
Nuestra pensión es ese lugar donde te sientes cómodo desde el primer momento, como si llegaras a casa de alguien de confianza. Un espacio sencillo, sin lujos, pero lleno de calidez, pensado para descansar con tranquilidad y sentirse bien atendido.
Contamos con habitaciones acogedoras, ideales para quienes valoran un ambiente familiar y tranquilo. Los baños son compartidos, pero están siempre limpios y cuidados.
Además, tenemos una salita común con televisión, perfecta para leer, relajarse o compartir un rato tranquilo después de un día de ruta o de trabajo.
Aquí cada rincón invita a desconectar y a disfrutar del ritmo pausado de lo auténtico.
Durante el año, nos visitan muchos trabajadores y peregrinos, ya que por aquí pasa el Camino de Santiago en su variante Vadiniense. Somos una parada habitual para quienes buscan un descanso cálido y sencillo en el camino.
En verano, además, nuestra casa se llena de vida con la llegada de turistas y montañeros que vienen a explorar los increíbles paisajes y picos que nos rodean.
No somos un hotel, ni pretendemos serlo. Somos una pensión de trato cercano, donde cada huésped es recibido con cariño y despedido con un “hasta pronto”.